"Victorino Martín" Portezuelo (Cáceres)


Sigla: UEI “Unión de Criadores de Toros de Lidia”


La explotación Las Tiesas, con más de 1.600 hectáreas, está situada en el margen derecho del río Tajo, en la cola del pantano de Alcántara, que baña sus tierras durante una considerable extensión.


Se compone de ocho propiedades localizadas en dos términos municipales distintos.
Los enclaves de Las Tiesas de Santa María, Los Guijitos, Caballero e Hinojales se encuentran en el término municipal de Portezuelo. Los enclaves de La Casita, El Agujero, La Zahúrda y La Gama se encuentran en el término municipal de Garrovillas.
Estos terrenos se han ido adquiriendo en compras sucesivas, siendo la primera la de la finca Las Tiesas a principios de la década de los ochenta y la última la de La Gama, que se realizó en el año 2001.

Todas las fincas tienen un suelo pizarroso de poca profundidad y de gran dureza, con una orografía muy abrupta y accidentada, en la que abunda el bosque bajo, principalmente retamas, tomillos y, en algunos enclaves concretos, también jaras. Sus pastos son poco abundantes pero de gran riqueza.



En la parte central, se encuentran la mayor parte de edificaciones de la explotación. El enclave más alto de la misma, que se conoce con el nombre de Toruñuelino, la divide en dos partes muy diferenciadas: la Este, en la que apenas hay arbolado, alberga algunos ejemplares de encina y sobre todo de acebuche, que se concentran en las orillas del Tajo; la Oeste, por contra, tiene gran densidad de encinas, olivos y acebuches (estos últimos en la parte correspondiente a la finca Hinojales).


Esta explotación dispone de cinco pajares - heniles de distintas dimensiones, siete cercados de finalización, baño de ectoparásitos, corrales de manejo, embarcadero, báscula, cepo - vacunadero y plaza de tientas en la que se realiza el tentadero de machos.

 
Tiene 30 cercados diferentes todos ellos dedicados a pastos para el ganado, aunque todos los años algunos, de manera temporal, se dedica al cultivo, principalmente de cereal. Estos cercados se distribuyen de la siguiente forma:


 
Cinco de ellos se reservan para que vivan las vacas de encaste Vega-Villar que posee la familia (sus productos se lidian con el hierro y la divisa de Monteviejo. Uno está ocupado por las añojas Vitorinas. El resto se dedican a la cría de los machos de ambos hierros (Victorino y Monteviejo), que permanecen mezclados hasta los tres años, cuando cada encaste va a su cercado correspondiente: Los Victorinos, en dos lotes, a los dos cercados en que se dividen la finca los Guijitos.
Los patasblancas de Monteviejo, al cercado de la casa de Las Tiesas. En ellos permanecen en grandes superficies de terreno hasta un mes antes de ser lidiados, cuando se apartan los ejemplares que formarán una corrida y



se meten en apartados de aproximadamente media hectárea, anejos al embarcadero. La función de cercados de finalización es que las reses se habitúen a convivir antes de llegar a los corrales de la plaza, evitando así gran número de peleas.

 
En esta explotación pastan todos los machos de la ganadería, excepto los reproductores. En el momento del destete se trasladan en camión desde Monteviejo y permanecen en este hábitat hasta que son embarcados con destino a las distintas plazas de España y Francia. Los más privilegiados, los que son aprobados en el tentadero para sementales, son trasladados de nuevo a la explotación donde nacieron, a Monteviejo.


 
Hasta el año 1.999 todos estos traslados se realizaban a caballo. Las reses atravesaban por su pie los campos extremeños, siguiendo el paso de sus madres en duras jornadas entre encinares y monte bajo, teniendo que cruzar a nado la cuenca del Arrago y sobre todo la del Alagón, muchísimo más caudaloso. Lo más temible para los jinetes, más que el calor y en ocasiones la lluvia o el frío, eran los espesos jarales en los que raro era el año que no extraviábamos un animal. Otra dificultad añadida ha sido la supresión paulatina de cañadas, caminos y veredas, invadidos por la civilización con cercas, carreteras y viviendas.


 
Los machos se separan atendiendo a su edad y estado nutricional. Así todos los que nacieron en un mismo año ganadero forman una camada. Normalmente suele haber 4 camadas: la de añojos (becerros de 1 año), la de erales (2 años), la de utreros (3 años) y la de toros. Esta última la componen los toros de saca (la totalidad de los cuatreños) y los cinqueños, que se han reservado del año anterior. Las camadas, según sean más o menos numerosas, se subdividen en grupos atendiendo al estado de desarrollo de las reses. Las más desarrolladas forman la cabecera y las más atrasadas, la cola. Siempre se buscan grupos en los que las fuerzas estén igualadas entre sus componentes para que, en su competencia por el alimento, todos tengan las mismas posibilidades. De lo contrario los más fuertes siempre comen más y disfrutan de parte de la ración del débil.



Los cercados se ocupan con un determinado número de cabezas, atendiendo a su tamaño y a su producción herbácea, lo que se denomina carga ganadera. Tanto en esta explotación como en la de Moraleja, la carga ganadera es inferior a 2 hectáreas por animal. Es decir, cada res dispone de más de 20.000 metros cuadrados para pastar. Por este motivo la ganadería de Victorino es una de las más extensivas del país.


La ganadería se compone en la actualidad de: 320 vacas de vientre, número que en la actualidad consideramos como ideal en el que pretendemos estabilizarnos. Todas ellas pastan en Monteviejo.


Dos camadas de añojas y eralas, de alrededor de 125 animales cada una. Las añojas se ubican en Las Tiesas desde su destetete hasta el verano siguiente, cuando son trasportadas en camiones a las praderas de Monteviejo. Aquí permanecen hasta los tres años, cuando son tentadas. Las que superan la prueba pasan a reproductoras y las que no, se destinan al matadero.


Cuatro camadas de añojos, erales, utreros y cuatreños, cada una de alrededor de 125 animales. Todas ellas en Las Tiesas.
Cinqueños. Su número suele oscilar según los años, pero es difícil que sobrepasen la veintena. Se encuentran en Las Tiesas.
Sementales. Su número suele rondar la quincena, pero varía según momentos y sobre todo teniendo en cuenta los que están en prueba. Van a Monteviejo después de superar la prueba de la tienta.
Dos piaras de cabestros de número variable. Una para cada explotación.


 El número total de reses de la ganadería es aproximadamente de 1.100 cabezas, para lidiar alrededor de 15-16 corridas (100 toros) anuales.

 
Siempre se ha dicho que por cada toro que se lidia se mantienen entre 10 y 11 cabezas.
 
 
Para el manejo de estos animales, además de personal especializado, se cuenta con instalaciones adecuadas, caballos apropiados y perros de distintas razas que también aportan su ayuda en los momentos adecuados.
 
La ganadería de lidia conocida como los victorinos se compone de dos explotaciones ganaderas: Monteviejo y Las tiesas
 
Ambas se encuentran en la comarca ganadera de Coria, en la provincia extremeña de Cáceres, distanciadas entre sí por unos cincuenta kilómetros. Cada una de estas explotaciones se compone de varias fincas con características agroambientales diferentes, en función de las cuales son ocupadas por los distintos grupos de animales que forman la totalidad del rebaño.

 
Esta zona geográfica de Coria se localiza en el noroeste de la provincia de Cáceres, a unos 350 metros de altitud sobre el nivel del mar y su clima se podría definir como mediterráneo seco, caracterizado por inviernos suaves y veranos muy calurosos. La pluviometría media de la zona se estima en alrededor de 650 litros por metro cuadrado y año. Estas características son óptimas para la cría de ganado vacuno.

 
Tanto en Monteviejo como en Las Tiesas existen viviendas de residencia tanto para la propiedad como para la dependencia.


Victorino Martín

Sigla: UEI “Unión de Criadores de Toros de Lidia”
Localización: Cáceres (Extremadura).
Propietario: D. Victorino Martín Andrés.
Representante:      D. Victorino Martín García.
Señal de oreja: Hoja de higuera ambas.        
Divisa: Azul y encarnada.
Finca: “Las Tiesas de Santa María” y “La Gama”  Portezuelo (Cáceres),"Monteviejo" Moraleja (Cáceres).
Historia: Fue fundada en 1912 por el Marqués de Albaserrada con hembras y sementales del Conde de Santa Coloma, origen Saltillo. En 1920 fallece el señor Marqués y en 1921 su viuda la vendió a don José Bueno. En 1928, por división, le corresponde una parte a su viuda doña Juliana Calvo. En 1941 la heredan sus sobrinos que anuncian “Escudero Calvo Hermanos”, los cuales la venden en 1965 a don Victorino Martín.
Procedencia actual: Marqués de Albaserrada.
Antigüedad: 29/05/1919

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