Sigla: UED “Unión
de Criadores de Toros de Lidia”
Cortijo
Wellington. El sueño de Baltasar Ibán en el bosque de Felipe II
‘El Campillo’, parajes tradicionalmente
denominados ‘Las Zorreras’ y ‘La Cerdilla’, que D. Baltasar Ibán agrupó en una
misma linde bajo el nombre de ‘Cortijo Wellington’ para disfrute de sus
toros. Estamos en un enclave ganadero de
privilegio, jardín natural situado dentro de lo que en su día fue la Gran Cerca
y el Bosque Real de Felipe II, y hoy uno de los últimos paraísos del toro bravo
en tierras de Madrid.
Los toros
de Baltasar Ibán son pequeños y bonitos, y aunque den mucho que hablar,
testifico y certifico, que son bravos a rabiar".
En el
término municipal de El Escorial, donde Felipe II mandó construir el majestuoso
Monasterio de San Lorenzo, una impresionante finca de 700 hectáreas se extiende
bajo la ladera de la sierra madrileña, y en la cual se encuentra el Cortijo
Wellington, donde pastan los toros de la ganadería de Baltasar Ibán.
Un breve repaso
a la historia de esta ganadería, nos
sitúa en León, donde nace D. Baltasar Ibán Valdés, un joven emprendedor que
acabó haciendo fortuna tras la Guerra Civil gracias a sus compañías de
transporte. En unos pocos años su éxito fue tal que acabó inaugurando el famoso
Hotel Wellington, lugar emblemático de Madrid y uno de los centros neurálgicos
del toreo durante la Feria de San Isidro.
Apenas 5 años más tarde, en 1957, le compra su
ganadería y su finca a D. Manuel González "Machaquito". Esta finca,
junto con la colindante El Campillo, formarán el conocido Cortijo Wellington,
hábitat de las reses del encaste Contreras.
Un Encaste que se remonta a principios del
siglo XX, cuando Don Juan Contreras adquiere parte de la ganadería de la Viuda
de Murube. Es en 1912 cuando se presenta en Madrid con una novillada del gusto
de los aficionados. Apenas duraría unos pocos años el idilio, ya que en 1920 la
ganadería es vendida por problemas económicos y familiares. El grueso de la
manada y el hierro con forma de espuela va a Don Juan Sánchez, mientras que un
pequeño pero selecto lote de vacas acaba en manos de los hermanos Sánchez Rico, cuyo padre ya había adquirido años antes
sementales y vacas de Contreras.
Posteriormente, en 1929, Fernando Sánchez
Rico, le vende su parte a D. Jerónimo Díaz Alonso, quien a su vez había
adquirido vacas de D. Vicente Martínez, de procedencia Ybarra-Parladé, Jijona.
D. Jerónimo no duda en echarle sementales de
Contreras a sus vacas de Martínez resultando ser un cruce magnífico.
Apenas le duraría una década la ganadería
cuando en 1939, D. Manuel González "Machaquito", la adquiere por
doscientas veinte mil pesetas de la época y situando a la ganadería entre las
más punteras de los años 40. Finalmente
sería en 1957, cuando la adquirirá D. Baltasar Ibán Valdés.
Esta nueva aventura ganadera de Don Baltasar
Ibán Valdés. Tras años de cosechar
importantes triunfos, llegaría el día de la consagración de los
"Ibanes". Sería en Madrid durante la feria de San Isidro, un 16 de
mayo de 1969, cuando Camino cortaría 2 orejas y el Viti nada menos que 3, a los
Contreras de Ibán.
Aunque el final de los puros Contreras estaba
cerca, y la incomprensible petición de kilos y volumen hace que los toros de
Baltasar Ibán, pronto empiecen a ser rechazados por "falta" de trapío
y defensas, D. Baltasar Ibán había adquirido el mismo año de su gran triunfo en
Madrid, los pedrajas de Pedraza de Doña María Antonia Fonseca, dejando a los
sementales "Sonajero" y "Peleón", en sus tierras de la
sierra madrileña, junto a un reducido lote de vacas.
A su vez, todavía pasaría unos pocos años
lidiando lo puro Contreras, bajo las siniestras críticas de los defensores del
gigantismo, los cuales no dudarían en protagonizar ataques de lo más despiadado
contra la ganadería. Aún en plena tormenta, su nuevo proyecto empezaría a dar
sus frutos, y de nuevo D. Baltasar Ibán demostraría su gran olfato para
anticiparse y triunfar. De nuevo la ganadería estaba en alza.
Sería en
1975 cuando saltaran al ruedo de Castellón toros del fruto del nuevo cruce, y serían todo un éxito.
Un éxito que no disfrutaría D. Baltasar, ya que al año siguiente moriría de un
infarto. Aunque en su testamento lega todos sus bienes a los jesuitas, de la
ganadería se haría cargo su sobrino, D. José Manuel Moratiel Ibán, con la
inestimable gestión de D. Antonio Vahamonde y el ojo experto del mayoral D.
Francisco Santos.
Los éxitos no pararán de sucederse y los toros
de los Herederos de Baltasar Ibán, comienzan a cobrar fama de bravos y
peligrosos. Algo que en la década de los noventa los llevará a ser marginados
por las figuras y mucho más, tras la tarde del 7 de Junio de 1994 en Las
Ventas.
Un toro de nombre "Bastonito",
protestado incomprensiblemente por parte del público por sus 501 kilos de peso,
pero con casta y bravura para dar y regalar. Entró al caballo como alma que
lleva el diablo y se enceló con él hasta límites que no alcanza a entender la
mente humana. Sin atender a capotes Bastonito siguió apretando en banderillas,
y fue un huracán en la muleta del maestro César Rincón. Un toro que en cada
embestía quería cobrarse la vida del torero. Un toro de bandera. Un toro de
casta. Un Toro Bravo. Pero en definitiva, un toro que hizo mucho daño a la
ganadería.
Tras la muerte de D. José Luis Moratiel, seguida de la de la viuda de D. Baltasar, los sobrinos de este finalmente consiguen comprarle la ganadería, el hierro y las tierras a los jesuitas, formándose una sociedad con Dª Cristina Moratiel al frente, y D. Domingo González como nuevo mayoral,
tras haber
pasado los últimos años como vaquero de la ganadería. Comienza así otra nueva
etapa en la ganadería, de nuevo bajo el nombre de Baltasar Ibán.
Baltasar
Ibán
Sigla: UED “Unión
de Criadores de Toros de Lidia”
Localización:
Madrid
Propietario:
Ganadería Ibán, S.L.
Representante:
Dña. Cristina Moratiel Llarena
Oficina Velázquez, 8 (Hotel Wellington)
Divisa: Rosa y verde.
Señal
oreja: Muesca en ambas. “Muesca”
Finca: 'Cortijo
Wellington'. El Escorial (Madrid).
Historia:
Fue formada en 1920 por don Fernando Sánchez Rico con reses oriundas de
Contreras. En 1929 la adquirió don Jerónimo Díaz Alonso, que añadió un lote de
hembras de Martínez. Sus herederos la vendieron en 1939 a don Manuel González
Martín “Machaquito”, que la aumentó con otras reses de Contreras que ya poseía.
En 1940 cedió la mitad de la ganadería al Conde de Ruiseñada y en 1957 vendió
la totalidad a don Baltasar Ibán Valdés que varió el hierro. En 1976, tras su fallecimiento,
se anuncia a nombre de sus herederos. En 1997, tras fallecer el propietario don
José Luis Moratiel Ibán, es adquirida por sus herederos formándose la sociedad
“Ganadería Ibán, S.L.”, actual propietaria de la ganadería. En 2004 pasa a
anunciarse “Baltasar Ibán”.
Procedencia
actual: D. Baltasar Ibán Valdés.
Antigüedad:
15/08/1957
Mayoral: D.
Domingo González.
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